Diferencias entre compresas frías y calientes para el postparto

Diferencias entre compresas frías y calientes para el postparto

Durante el postparto, el cuerpo pasa por muchos cambios y necesita alivio real. Las compresas térmicas (frías o calientes) pueden ser grandes aliadas, siempre que sepas cuándo usar cada una.

Las compresas frías se recomiendan en los primeros días después del parto. Ayudan a desinflamar, aliviar el dolor en la zona perineal (sobre todo si hubo desgarros o puntos), calmar la sensación de ardor al sentarse y reducir la congestión mamaria cuando los pechos están duros o tensos. Se pueden usar varias veces al día, durante 15 a 20 minutos, siempre envueltas en una tela limpia.

Las compresas calientes, en cambio, son útiles cuando la inflamación ha bajado y el cuerpo necesita relajarse o estimular funciones como la lactancia. Ayudan a aliviar los entuertos, relajar la zona lumbar y los hombros, y favorecer la bajada de leche antes de amamantar. También son muy efectivas para liberar tensión después de un día intenso de contacto con el bebé.

Muchas mamás combinan ambas según cómo se sienten: frío para desinflamar, calor para relajar o activar. Por ejemplo, frío en el pecho después de dar leche, calor antes de amamantar; frío en la zona íntima los primeros días, calor en el abdomen si hay contracciones postparto.

En Sweet Babys ofrecemos sets de compresas reutilizables pensadas especialmente para esta etapa. Fáciles de usar, cómodas y adaptadas al cuerpo. Porque el alivio no debería ser un lujo: es parte del cuidado que mereces.

 

El equipo de Sweet Babys

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